viernes, 2 de noviembre de 2007

Capítulo nº 15 "Propaganda de ....."



Capítulo nº 15 “Propaganda de ……”

Ya dije que en Francia me ofrecieron gratuitamente un abogado, lo que no es nada más que propaganda, como pasa en España y en todos los países que se llaman democráticos.
Después de varios meses de espera y, como de costumbre sin tener noticias del abogado, yo que tenía un poco de esperanza de que me diera algunas noticias sobre mi padre, he tenido que llamar varias veces para que me recibiera, y justo hace unos pocos días aceptó mi visita y ésta fue su respuesta. (Hago la traducción aproximada de su mensaje y copio un párrafo de su carta):

CON PESAR LE COMUNICO QUE NO PUEDO SABER MÁS DE LO QUE USTED SABE SOBRE LAS CIRCUNSTANCIAS DEL FALLECIMIENTO DE SU PADRE.
LOS SERVICIOS CORRESPONDIENTES ME HACEN SABER QUE LOS ARCHIVOS SE PUEDEN CONSULTAR, PERO QUE NO ENTREGAN DOCUMENTOS SIN ORDENES DE UN TRIBUNAL.
Copio un párrafo de su carta.
¿Qué es lo que me ha facilitado este abogado? ¡Nada en absoluto! ¿Para qué me ha servido, entonces? Me dijo que él podía seguir investigando, pero que para ello tenía que contratar un investigador y que eso costaba muy caro (miles de euros). Como siempre digo: LOS POBRES NO TENEMOS DERECHO A JUSTICIA.
Esto quiere decir, según comprendo, que yo tendría que pagar un juicio sólo para poder saber lo que ocurrió, ya que no sé quiénes hicieron esas manipulaciones de falsificar los documentos. Y tampoco me ha dicho dónde están esos archivos. ¿Contra quién presento la denuncia? ¿Y con qué dinero? Si sólo soy un obrero emigrante jubilado y con una pensión de miseria que me permite únicamente poder vivir.
Ahora sólo me queda seguir buscando para llegar a saber con certitud dónde están los archivos y procurar ir en persona para ver lo que me permiten leer (si es que me lo permiten), ya que su identificación no corresponde exactamente con la de mi padre, porque la falsificaron. Y si toco la tumba, son capaces de culparme de vandalismo o de violador de tumbas. A pesar de todos estos impedimentos, no pararé y seguiré solo con la ayuda de las personas de buena voluntad.
Este es un caso que no interesa a nadie que se sepa lo ocurrido, salvo a mi hermana, a las personas que me quieren y a mí. El Gobierno actual de España y las asociaciones de recuperación de la memoria hacen más ruido que hechos. Buscan a los muertos. ¿NUESTRO PADRE, NO ESTÁ MUERTO? No hacen más que hacer ceremonias en memoria de los caídos y se olvidan por completo de hacer un poco de JUSTICIA con las víctimas que aún estamos en vida. Buscan donde se encuentran los que Franco mató y dicen que es para que sus nietos puedan llevarles flores y, al mismo tiempo, les sirve como PROPAGANDA. Pero no hacen nada para que los hijos de los muertos sepamos LA CAUSA DE SU MUERTE. En el caso de nuestro padre, es muy fácil saberlo. ¡Si quieren decírmela!
Y si me refiero a la derechas, es mejor que me calle porque cuando leo que dicen que no hay que abrir las heridas, comprendo que lo que no quieren es que se sepan los crímenes que cometieron sus antepasados. LAS HERIDAS SIGUEN BIEN ABIERTAS, SOBRE TODO LAS MIAS.
Yo sólo tenía tres años cuando me sentenciaron porque nací en "zona roja" e inscribieron mi nacimiento en catalán. ¿Qué delito cometí yo, personalmente? Que me digan si esa normativa era justa. Yo, evidentemente, nací en Barcelona y nadie puede negarme que sea catalán.
Piden que se anulen las condenas y juicios sumarísimos de los que mataron, que ya están más que muertos. Y es justo que lo pidan, pero no piden que nos compensen por todos los agravios y perjuicios que tuvimos que sufrir, ni que sea moralmente, a los afectados por las leyes que dictó Franco y que posteriormente a la Guerra Civil continuamos malviviendo en España y que ahora aún estamos en vida y seguro que yo no seré el único afectado. Dictada en el BOE (Boletín Oficial del Estado) publicada en fecha 17 de agosto de 1938 en zona nacional o, mejor dicho, fascista, la Orden por la que se establecía que cualquier inscripción llevada a cabo en un Registro civil de zona roja, con posterioridad al 18 de julio de 1936 sería anulada y más si dicha inscripción se había hecho en un idioma o dialecto diferente al idioma castellano, que era el único que consideraban oficial. Este es el boletín. http://www.boe.es/datos/imagenes/BOE/1938/048/A00758.tif
Por esta Orden se me negó cualquiera de los ínfimos derechos a los que tenía derecho un español, porque yo según ellos, no existía y por la que me fue imposible continuar viviendo en España y tuve que emigrar al extranjero.
Hoy, únicamente quiero saber qué ocurrió a nuestro padre y me siguen negando el “DERECHO A SABER”. Pero aún no he terminado y continuaré buscando hasta poder saber quiénes fueron los culpables y las causas de la muerte de nuestro padre.
Si la nueva ley de recuperación de la memoria establece que nos ayudaran a desenterrar a nuestra familia, espero que no se olviden de las personas que están en el mismo caso que mi hermana y que yo, puesto que seguro que NO SEREMOS LOS ÚNICOS que estamos aún con vida. Estoy seguro de que estarán deseando que nos vayamos pronto al otro mundo, sobre todo yo. Pero, aunque soy viejo, aún me quedan fuerzas para decir que son unos …….(ya sabéis lo que quiero decir).
Después de haber dicho lo que he dicho, interrumpo por unos días mi Blogger ya que aún no he terminado y continuaré escribiendo, según los resultados obtenidos, ya que sé muy bien que hay muchísimas personas que buscan a sus familiares. Se dirigen a las asociaciones buscando las listas de los muertos y desaparecidos. Les hacen comprar libros, miran la tele angustiosos por poder obtener un índice para tener una posibilidad de encontrar a sus familiares y nada pueden saber en concreto o muy poca cosa. Los libros se amontonan. Ayudamos a hacer propaganda a unos y a otros y, en definitiva, no conseguimos nada. Las listas de los que pasaron por los campos de concentración no aparecen, aunque ¡EXISTEN!, pero si las publican, no se podrían vender libros. ¿Para qué sirve leer un libro, si el periodista catalán tan famoso me dijo que a todos nos ocurrió lo mismo o muy parecido? Por eso no compro ninguno, porque me los sé de memoria. Y ése es unos de los motivos por los que escribo este Blogger, junto con la intención de recuperar noticias y ayudas para saber lo ocurrido con mi padre y con mi familia. En este Blogger y en el que escribiré próximamente, que será el definitivo, quien quiera enterarse de la verdad se enterará sin tener que comprar libros.
Prometo a todos los que están en contacto conmigo, que les comunicaré el camino más adecuado para encontrar a sus familiares y a dónde pueden dirigirse, si es que llego a saberlo. Pero no venderé ninguna información a nadie. Sólo la facilitaré a las víctimas, sean de derechas o de izquierdas. Todos somos víctimas y todos tenemos derecho a saber.
Doy las gracias a quienes me han ayudado y quiero hacer constar que, desde que empecé este Blogger, no he recibido ningún insulto ni por parte de las derechas ni de las izquierdas. ESTO ES UNA PRUEBA DE QUE DICIENDO LA VERDAD PODEMOS PERDONAR Y RECONCILIAR A TODOS LOS ESPAÑOLES PARA VIVIR EN ARMONIA TODOS JUNTOS.
Esta es una lección de moralidad que un inculto como yo da a los políticos que nos gobiernan y a la misma Iglesia. Que se dejen de hacer Santos y beatos, que ya tienen suficientes y que pidan perdón al pueblo de España por haber sostenido una dictadura que nos privó de libertad. No cometió ningún pecado mortal como ellos dicen, porque lo que hicieron fue como los demás: “Arrimarse al sol que más calentaba”
Un abrazo de fraternidad para todos los que han leído este Blogger y sólo les digo ¡HASTA PRONTO! Gracias a todos.

lunes, 22 de octubre de 2007

"Motivo del silencio"



Capítulo nº 14 “Motivo del silencio”………


Me parece haber descubierto el motivo del silencio de este señor que vive muy cerca de mí. He recibido los certificados de la condena de nuestro padre y veo que lo condenaron por “REBELIÓN MILITAR” por los hechos de mayo del 1937 en Barcelona. Esto quiere decir, según mi criterio, que nuestro padre pertenecía o bien al POUM o tal vez a la CNT-FAI, pero muy probablemente fuera al POUM, lo que pronto sabré, si la suerte me ayuda.

Y, como os daréis cuenta, lo condenaron como militar (REBELIÓN MILITAR). Por ese motivo debía de ser militar en esos momentos. Yo ahora me pregunto: por qué razón este señor que vive muy cerca de mí me dijo al principio que si mi padre había sido militar fácilmente encontraría sus trazas y luego me dijo que no había nada que hiciera referencia a él en el Archivo de Salamanca. Algo extraño ocurrió que me será difícil llegar a descubrir, pero lo intentaré. Este célebre militar del que hablo, que era tan amable y que al poco tiempo cambió su amabilidad, no representa a la verdadera REPÚBLICA española ya que sólo era un militar y como tal, ellos no tienen por qué meterse en política. Su deber es cumplir las órdenes del Gobierno elegido por el pueblo. Por eso no culpo a la República española. Si ella condenó a mi padre, sus razones tendría, pero que me las digan y lo comprenderé. Según descubro en los documentos de su condena, le obligaban a entregar como fianza 10.000 pesetas que tenía que hacer efectivas antes de 24 horas. Ese creo que fue el motivo del primer registro que tuvimos en casa y muy posiblemente cuando se llevaron lo poquito que teníamos. ¿Qué podía tener como valor una mujer enferma con cuatro hijos de 11, 5, 4 y 3 años de edad, y en medio de una guerra? ¡Nada! Solamente algunas cosas de poco valor como los pendientes de mis hermanas, la alianza de nuestra madre, algunos cubiertos de plata y la máquina de coser que intentaron llevarse. Alguno de ellos dijo al que mandaba que nos la dejaran, tal vez porque tuvo piedad de nosotros o porque conocía a nuestro padre, ya que mi madre nos dijo que a uno de ellos lo había visto algunas veces en compañía de nuestro padre.

Si esto que declaro compruebo que es como yo lo veo en estos momentos, yo tendré que pedir disculpas personalmente a los fascistas por este hecho del que siempre les he culpado, pero no por lo demás porque seguro que fueron ellos quienes lo hicieron, como a continuación diré. Ese día no debía de ser cuando nos partieron los pocos muebles que teníamos, y no pudieron recuperar las 10.000 pesetas como valor porque éramos pobres. Lo poco que se llevarían se lo quedarían ellos mismos y no puede estar escrito en los archivos y por lo tanto no puedo presentar ningún justificante de robo. Si hubiésemos tenido algunas propiedades, sería diferente ya que están escritas en los documentos. Como yo digo siempre, la justicia sólo defiende al que tiene dinero. Los pobres no tenemos derecho ni siquiera a un poco de piedad ¿Quién la tuvo con nosotros? ¡Nadie! Ni los de Franco ni los de la República. Lo poco que nos robaron (que era todo lo que teníamos) no tenía mucho valor materialmente, pero sí moralmente. Eso fue un verdadero crimen que nunca será reconocido como tal porque la vergüenza nunca existió en España ni existe. Mi hermana, que aún vive, me dice que vinieron varias veces a casa buscando a nuestro padre y que cuando nos robaron (porque para mí fue un robo) esos que vinieron estaban armados con fusiles. Yo sólo me acuerdo de un solo día cuando se querían llevar la máquina de coser. Fue una de las primeras imágenes que captó mi cerebro. Esa máquina, al lado de una baranda y los pies de los policías o los militares (botas negras y pantalones….. grises) no estoy muy seguro del color. Esto que cuento, lo pudo hacer el bando republicano (muy posiblemente los guardias de asalto) pero lo más grave de todo fue la última vez que vinieron para echarnos a la calle como perros para dejarle el piso a un mutilado franquista. Pero los franquistas también vinieron antes a robarnos diciéndole a nuestra madre que tenían que recuperar el tesoro de España que los republicanos se habían llevado y fue cuando le dieron días para desalojar el piso. Cuando vinieron a desalojarnos, fue posiblemente la vez que nos partieron los pocos muebles que teníamos y nos llevaron a un centro que posiblemente era una comisaría como me dice mi hermana.

Como os daréis cuenta, tanto unos como otros se ensañaron con nosotros (contra una mujer sola y cuatro niños pequeños) ¡Eso es tener “VALENTÍA” y pueden estar orgullosos de haberlo hecho! Es muy fácil sentirse fuerte delante de una mujer indefensa y cuatro niños y ellos con armas en las manos. A eso yo lo llamo “EL VALOR ESPAÑOL”. No culpo a los militares o a los policías que vinieron a hacer esa clase de “HEROÍSMO”. Ellos cumplían las órdenes que les habían dado. La culpa es únicamente de los que dieron esas órdenes.

Hoy en día, los gobernantes quieren hacernos comprender que quieren hacer justicia entregando algunos pocos euros para recuperar la memoria, como dicen, a las asociaciones que dicen querer ayudar a las víctimas y piden quitar las estatuas y señales franquistas de las plazas y calles y que anulen los juicios franquistas. Todo es muy justo, pero los franquistas también tienen derecho a venerar a su ídolo (Franco) y sería más justo que otorgaran algunos nombres republicanos para las calles y plazas españolas. Todos eran españoles y todos forman parte de la historia que quieren modificar con mentiras y eso no pasa. Lo pasado pasó y los hechos fueron tal como fueron (injustos y bochornosos) pero es la historia. A mí, personalmente, no me molesta ver los nombres de los franquistas ni sus monumentos ya que cada vez que los veo, me acuerdo para insultarles. Y si los quitan se me olvidaría decirles a mis nietos “esos hijos de puta nos hicieron esto: robarnos, expulsarme de mi tierra, me anularon mi nacionalidad y tuve que salir de mi patria”. Se gastan muy justamente el dinero desenterrando a los muertos de los crímenes que hicieron contra los republicanos. Pero me está pareciendo que todo es sólo propaganda. Yo únicamente pido que me digan lo que hay escrito en los archivos ya que sé donde está enterrado mi padre y donde están sus archivos. Y el gobierno no quiere decírmelo ni ayudarme. Tanto el español como el francés. ¿No sería esto hacer un poco de justicia? ¿Qué dinero puede costarles decirme lo que hay escrito? Tengo la tumba de mi padre que está declarada en abandono y no puedo ni siquiera tocarla porque han falsificado su identidad y no puedo justificar que es nuestro padre. Dentro de poco desaparecerá y ya de esa forma nunca más podré reclamar que me digan por qué motivo murió en una zona ocupada por los alemanes en 1942. Yo seré muy inculto y poco inteligente, pero no llego a comprender que no quieran decirme que pasó.

Me está pareciendo que me he metido en un callejón sin salida. La izquierda no querrá ayudarme, porque fueron ellos los que condenaron a nuestro padre. La derecha menos, porque a ellos les acuso de robarme mi dignidad y mi nacionalidad haciéndome imposible de vivir la vida en España. El POUM, que es el partido al que debió de pertenecer nuestro padre, o el partido comunista tampoco querrán que se descubra la verdad porque falsificaron muy posiblemente ellos la identidad de nuestro padre y Francia tampoco querrá que se descubran esas ilegalidades hechas en su país. Y como es natural ningún medio de comunicación desea declarar lo que digo porque si lo hacen no les aportaría ningún beneficio.

Veremos cuando yo termine mis investigaciones, que será cuando ya no encuentre dónde escribir, qué resultado obtengo. Desde luego que si llegara a saber la verdad y descubro que me equivoqué en mis creencias, les pediré disculpas tanto a unos como a los otros. Un hombre tiene que saber perder y disculparse que para eso no hay que tener escrúpulos.

Si algunas personas, sean de derechas o de izquierdas, tienen dudas de lo que digo y desean más aclaraciones o demostraciones con documentos, pueden pedírmelo directamente. Copio mi nombre y dirección para ello.
Antonio Guardia García – 10 bis rue de la libération – 90100 Vellescot - Francia. GRACIAS.

domingo, 14 de octubre de 2007

Nº 13 "El primer contacto"




Capítulo nº 13 “El primer contacto”


Buscando como pude, por mi poca experiencia en ordenadores, por suerte encontré dos asociaciones que me ayudan en lo que pueden y que no han tenido en cuenta que yo no pertenezco a ninguna clase de partido político ni entiendo nada de política.

Según mi punto de vista son verdaderos republicanos, ya que REPÚBLICA, para mí, siempre he entendido que quiere decir que el Gobierno de un Estado tiene que ser elegido democráticamente únicamente por el pueblo y que todas las tendencias políticas están representadas por el número de parlamentarios que sólo el pueblo ha elegido y que gobierna sin monarcas. De verdad que no estoy seguro de si es así. Lo digo solamente porque vivo en Francia y lo veo de esta manera. Si no es cierto lo que digo, pido disculpas a los republicanos y a los que no lo sean.

Estas dos asociaciones son, la primera: ESPAÑA EN EL CORAZÓN y, la segunda: ACTUALIDAD DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA-EXILIO REPUBLICANO (copio sus direcciones)
http://espana36.site.voila.fr/index.htm y http://espana36.site.voila.fr/

Para ayudarme a buscar las trazas de mi padre me facilitaron las señas de un anciano militar que hizo la guerra en el castillo de Montjuïc como mi padre. Pero este señor no lo había conocido. Os mando un pasaje de su carta como prueba.

Unos días más tarde este señor me dijo que conocía a un antiguo militar republicano que casualmente y por suerte vive muy cerca de mí. No me fue difícil llamarlo por teléfono para pedirle si podía recibirme, lo que me aceptó muy voluntariamente a pesar de sus años y de su enfermedad. Fue la primera vez en mi vida que yo iba a hablar con un republicano con graduación, ya que esta persona ha escrito un libro y ha recibido varias medallas, lo que se dice un “HÉROE” (todo lo contrario a mí). Yo, por la forma en que me educaron, siempre había pensado que los republicanos sólo eran personas que buscaban el desorden y que no tenían ni respeto ni educación por nadie. Me quedé sorprendido cuando me recibió. Fue en su propia casa y nunca una persona me había recibido anteriormente con tanta educación, respeto y atención. Me atendió como nadie lo había hecho antes y cuando terminé de explicarle mi historia me dijo que él tenía conocimiento de la existencia del Archivo de Salamanca y en ese mismo momento delante de mí, escribió un e-mail a dicho archivo y me dijo que me daría noticias al respecto tan pronto como las recibiera. Salí encantado después de esta entrevista y hasta me regaló un ejemplar del libro que él había escrito hacía ya un cierto tiempo.

Pasaron los días y no teniendo noticias de este señor, lo llamé por teléfono para preguntarle y me contestó que no me había llamado porque no había nada sobre mi padre en el Archivo de Salamanca.

Yo, que soy catalán, (sin título) como yo me llamo, porque nadie quiere que yo sea catalán, no me conformé con esa respuesta porque estoy seguro de lo poco que oía cuando era pequeño. Siempre se me quedó registrado un mi humilde cerebro. Por mi cuenta, yo solo, busqué con ayuda de las mismas víctimas del franquismo y por estas dos asociaciones que he nombrado anteriormente la dirección del Archivo de Salamanca y gracias al personal de dicho Archivo y a la poquita democracia que hay actualmente en España, conseguí tener un documento donde dice que mi padre fue nombrado Comisario Político. Por tanto, era realmente ROJO.

¿Por qué este señor que vive muy cerca de mí me dijo que no había nada escrito sobre mi padre? ¿Qué es lo que ocurrió? ¡Pues muy sencillo! Me parece que lo he descubierto en estos últimos días en los que he interrumpido la escritura y publicación de mi Blog. Creo que no quiso decírmelo porque a mi padre lo condenaron a 255 días de cárcel la misma República por los acontecimientos sucedidos durante el mes de mayo de 1937 en Barcelona. Aquí os copio parte del documento de su condena.

No es mi intención criticar las ideas republicanas ya que esto no tiene nada que ver con la Republica. A este señor posiblemente no le entregaron este documento o si se lo entregaron no quiso que yo lo supiera. Y hasta es posible que no quisiera que se supiera (¿?).

En mi próximo capítulo seguiré contando las peripecias que me están sucediendo y las que aún me tendrán que ocurrir porque no me voy a callar hasta que no me digan la verdad o que me maten.

domingo, 7 de octubre de 2007

Capítulo nº 12. Investigaciones en Francia.




Capítulo Capítulo nº 12. Investigaciones en Francia.

Capítulo nº 12. Investigaciones en Francia.

Dejo de hablar de mis investigaciones en España ya que de momento no las he terminado y estoy a la espera de recibir varios documentos.

Para investigar por Francia, no me es fácil ya que no sé escribir francés y además estoy medio sordo y me dificulta mucho poder hablar por teléfono. No he tenido más remedio que buscar por Internet algunas asociaciones con quienes pueda expresarme en español y existen algunas de las que sólo nombraré dos porque, a mi parecer, son las más neutrales y serviciales.

Para empezar seguí los consejos de esa persona española que escribe libros y que da conferencias en los colegios y universidades españolas (Gracias B……..lo digo por ti, que sé que lees mi Blogger). Me dijiste esto: “…empieza por la partida de nacimiento y por la de defunción”. Pero daba la coincidencia de que yo no poseía la partida de nacimiento de mi padre ni la de defunción porque se la había dado a mi tío Jesús Guardia Faro y él no me la devolvió, como ya he comentado. Menos mal que siempre he sido muy prevenido (un hombre prevenido vale por dos) y copié lo que estaba escrito en el certificado de defunción antes de entregárselo a mi tío (el papelito, como yo digo). Con esos apuntes mandé a pedir una partida de defunción para tener nuevamente ese documento oficial y, al mismo tiempo, mandé a pedir una de nacimiento de mi padre a España. Cuando llegaron a mis manos esos dos documentos, comprobé que la fecha de nacimiento de mi padre no correspondía en los dos certificados, así como tampoco el nombre de su esposa (eso yo ya lo sabía de antemano). Me pregunté si realmente sería mi padre quien está en esa tumba y cuál era su verdadera edad. Volví a escribir al Ayuntamiento donde está esa tumba, pidiendo que me dieran todas las informaciones posibles sobre la persona que está enterrada allí. El Ayuntamiento creo que me dio todo lo que había escrito sobre él; y si es cierto, puedo decir que demostraron una buena colaboración. Sé por el documento que procedían de Fargniers (con la llamada su esposa Esperanza). Como esta mujer regresó de donde vinieron (a Fargniers) tres meses después de morir mi padre procuré buscarme algún testigo que supiera algo sobre nuestro padre y de la que se presentaba como su esposa (y los encontré). Es una familia de quien nunca podré dar el nombre porque se lo prometí y porque creo que me dijeron todo cuanto sabían sobre mi padre y sobre su llamada esposa, aunque algunas cosas no correspondían con la realidad, pero ellos podían haber sido engañados o simplemente desconocían los hechos verídicos. No culparé nunca a esa familia ya que me dieron todas las informaciones que pudieron y les estaré de por vida completamente agradecido porque me siento en deuda con ellos.

Una vez que estuve un poco más informado, me decidí a escribir al Ayuntamiento de Fargniers donde sé que su “llamada esposa Esperanza” vivió hasta el 1970 y también sé que contrajo nuevamente matrimonio con un tal Santamaría, también español y peluquero, como mi padre. ¡Qué casualidad! Pero en ese Ayuntamiento se da de nuevo la casualidad de que nunca recibieron mis cartas y eso que la última la mandé también certificada (LA MISMA POCA VERGÜENZA QUE EL CONSULADO DE ESPAÑA EN PARIS). Llamé por teléfono y me contestaron que no me habían respondido porque no conocían a ninguna de esas tres personas y que mi carta había llegado, pero que la habían perdido. Es difícil de creer que no tuvieran nada escrito sobre mi padre Antonio, su llamada esposa Esperanza, y su segundo marido Santamaría. Es algo que no llego a comprender, ya que los tres vivieron en ese pueblo, sobre todo Esperanza y su segundo marido.

En vista de esta actitud por parte de ese Ayuntamiento, decidí ponerme en contacto con la Jefatura de Policía del Departamento, puesto que yo, como extranjero, sé muy bien que todos los extranjeros tenemos que estar inscritos en la Jefatura de Policía del territorio donde vivimos. En esta Jefatura no me dijeron que no conocieran a mi padre, simplemente me dijeron que me dirigiera a la Jefatura donde vivo y así lo hice. (Ahí tenéis la copia de la carta). Me presenté en mi Jefatura y después de examinar mi demanda, al día siguiente me respondieron que no podían hacer nada por mí porque en la partida de nacimiento española de mi padre no está inscrito su fallecimiento en Francia. ¡Me caí del guindo! Nunca pensé que pudieran decirme eso.

Ni corto ni perezoso, me presenté en el Palacio de Justicia pidiendo “un Consejero Jurídico”. Dije que había encontrado una tumba que llevaba el nombre de mi padre desaparecido desde el 1939 y que quería saber cuál había sido la causa de su muerte y por qué razón estaba en un territorio que en esa época estaba ocupado por los alemanes y que quería saber si realmente era mi padre, ya que su fecha de nacimiento no coincidía así como tampoco el nombre de su esposa. Me ofrecieron un abogado gratuitamente y en estos momentos estoy esperando desde enero de 2007 los resultados que nunca llegan. Pero no me callaré y seguiré luchando hasta saber la verdad y si no lo consigo tengo pensado hacer algo muy original y que el mundo entero se enterará.

Es la situación en la que en estos momentos me encuentro: esperando, como siempre. En mi próximo comentario contaré algunas peripecias más que me han ocurrido en este país y, al mismo tiempo, diré quienes son esas dos asociaciones que me ayudan y que hacen lo que pueden con muchos sacrificios, porque no tienen ningún poder ni medios, pero a quienes no les falta voluntad. También iré contando los resultados que estoy teniendo últimamente y que espero, tal como dije, algunos documentos más por parte española y algunas noticias por parte francesa, de las que tengo esperanzas de que me den algunas respuestas a lo que deseo saber.
Capítulo nº 12. Investigaciones en Francia.

Dejo de hablar de mis investigaciones en España ya que de momento no las he terminado y estoy a la espera de recibir varios documentos.

Para investigar por Francia, no me es fácil ya que no sé escribir francés y además estoy medio sordo y me dificulta mucho poder hablar por teléfono. No he tenido más remedio que buscar por Internet algunas asociaciones con quienes pueda expresarme en español y existen algunas de las que sólo nombraré dos porque, a mi parecer, son las más neutrales y serviciales.

Para empezar seguí los consejos de esa persona española que escribe libros y que da conferencias en los colegios y universidades españolas (Gracias B……..lo digo por ti, que sé que lees mi Blogger). Me dijiste esto: “…empieza por la partida de nacimiento y por la de defunción”. Pero daba la coincidencia de que yo no poseía la partida de nacimiento de mi padre ni la de defunción porque se la había dado a mi tío Jesús Guardia Faro y él no me la devolvió, como ya he comentado. Menos mal que siempre he sido muy prevenido (un hombre prevenido vale por dos) y copié lo que estaba escrito en el certificado de defunción antes de entregárselo a mi tío (el papelito, como yo digo). Con esos apuntes mandé a pedir una partida de defunción para tener nuevamente ese documento oficial y, al mismo tiempo, mandé a pedir una de nacimiento de mi padre a España. Cuando llegaron a mis manos esos dos documentos, comprobé que la fecha de nacimiento de mi padre no correspondía en los dos certificados, así como tampoco el nombre de su esposa (eso yo ya lo sabía de antemano). Me pregunté si realmente sería mi padre quien está en esa tumba y cuál era su verdadera edad. Volví a escribir al Ayuntamiento donde está esa tumba, pidiendo que me dieran todas las informaciones posibles sobre la persona que está enterrada allí. El Ayuntamiento creo que me dio todo lo que había escrito sobre él; y si es cierto, puedo decir que demostraron una buena colaboración. Sé por el documento que procedían de Fargniers (con la llamada su esposa Esperanza). Como esta mujer regresó de donde vinieron (a Fargniers) tres meses después de morir mi padre procuré buscarme algún testigo que supiera algo sobre nuestro padre y de la que se presentaba como su esposa (y los encontré). Es una familia de quien nunca podré dar el nombre porque se lo prometí y porque creo que me dijeron todo cuanto sabían sobre mi padre y sobre su llamada esposa, aunque algunas cosas no correspondían con la realidad, pero ellos podían haber sido engañados o simplemente desconocían los hechos verídicos. No culparé nunca a esa familia ya que me dieron todas las informaciones que pudieron y les estaré de por vida completamente agradecido porque me siento en deuda con ellos.

Una vez que estuve un poco más informado, me decidí a escribir al Ayuntamiento de Fargniers donde sé que su “llamada esposa Esperanza” vivió hasta el 1970 y también sé que contrajo nuevamente matrimonio con un tal Santamaría, también español y peluquero, como mi padre. ¡Qué casualidad! Pero en ese Ayuntamiento se da de nuevo la casualidad de que nunca recibieron mis cartas y eso que la última la mandé también certificada (LA MISMA POCA VERGÜENZA QUE EL CONSULADO DE ESPAÑA EN PARIS). Llamé por teléfono y me contestaron que no me habían respondido porque no conocían a ninguna de esas tres personas y que mi carta había llegado, pero que la habían perdido. Es difícil de creer que no tuvieran nada escrito sobre mi padre Antonio, su llamada esposa Esperanza, y su segundo marido Santamaría. Es algo que no llego a comprender, ya que los tres vivieron en ese pueblo, sobre todo Esperanza y su segundo marido.

En vista de esta actitud por parte de ese Ayuntamiento, decidí ponerme en contacto con la Jefatura de Policía del Departamento, puesto que yo, como extranjero, sé muy bien que todos los extranjeros tenemos que estar inscritos en la Jefatura de Policía del territorio donde vivimos. En esta Jefatura no me dijeron que no conocieran a mi padre, simplemente me dijeron que me dirigiera a la Jefatura donde vivo y así lo hice. (Ahí tenéis la copia de la carta). Me presenté en mi Jefatura y después de examinar mi demanda, al día siguiente me respondieron que no podían hacer nada por mí porque en la partida de nacimiento española de mi padre no está inscrito su fallecimiento en Francia. ¡Me caí del guindo! Nunca pensé que pudieran decirme eso.

Ni corto ni perezoso, me presenté en el Palacio de Justicia pidiendo “un Consejero Jurídico”. Dije que había encontrado una tumba que llevaba el nombre de mi padre desaparecido desde el 1939 y que quería saber cuál había sido la causa de su muerte y por qué razón estaba en un territorio que en esa época estaba ocupado por los alemanes y que quería saber si realmente era mi padre, ya que su fecha de nacimiento no coincidía así como tampoco el nombre de su esposa. Me ofrecieron un abogado gratuitamente y en estos momentos estoy esperando desde enero de 2007 los resultados que nunca llegan. Pero no me callaré y seguiré luchando hasta saber la verdad y si no lo consigo tengo pensado hacer algo muy original y que el mundo entero se enterará.

Es la situación en la que en estos momentos me encuentro: esperando, como siempre. En mi próximo comentario contaré algunas peripecias más que me han ocurrido en este país y, al mismo tiempo, diré quienes son esas dos asociaciones que me ayudan y que hacen lo que pueden con muchos sacrificios, porque no tienen ningún poder ni medios, pero a quienes no les falta voluntad. También iré contando los resultados que estoy teniendo últimamente y que espero, tal como dije, algunos documentos más por parte española y algunas noticias por parte francesa, de las que tengo esperanzas de que me den algunas respuestas a lo que deseo saber.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Capítulo nº 11-Continuo con investigaciones. España


A consecuencia del incidente en este foro mencionado en mi anterior comentario, fue cuando escribí tal como dije el artículo titulado “LOS NIÑOS DE NADIE” que envié y que envío por todas partes cada vez que tengo una oportunidad, tal como ocurre en estos momentos.

LOS NIÑOS DE NADIE

Se habla mucho de “los niños de la guerra”, los que nacieron fuera de España, de padres exiliados o refugiados republicanos y de los que se fueron junto a sus padres. A ellos les llaman “Niños de la guerra”.

A los huérfanos de los nacionales que quedaron en España, de ellos se ocupó el régimen de Franco para educarlos y ayudarles en su desgracias. A esos se le llama “Huérfanos de guerra”.

Pero nadie pensó nunca en los hijos de los republicanos que se quedaron huérfanos en España, despreciados por el régimen de Franco y olvidados por las izquierdas. Yo soy uno de ellos que aún estoy en vida y conservo mi memoria. Hasta cerca de mis doce años, andaba por la calle errante buscando por los suelos cáscaras de fruta para comer y esperando a que alguien me diera un trozo de pan. Quizás mi delito fue el ser hijo de un rojo y me castigaron con un sello detrás de mi partida de nacimiento para no tener derecho a nada. Por suerte, la caridad cristiana se cruzó en mi camino y pude entrar en un “Hogar escolar de Auxilio Social”. En ese internado nos vestían de falangistas y, siempre a paso marcial, nos desplazábamos cantando canciones fascistas. Para nuestros educadores era la manera de incorporarnos a sus filas y educarnos en sus ideas fascistas. Pero para muchos de mis compañeros esos uniformes eran solamente como un “pijama de rayas” en un campo de concentración. No teníamos más remedio que soportar esa disciplina sólo como único medio para comer y tener una cama con un colchón de paja para sobrevivir. Y yo siempre sin poder decir de quién era hijo por miedo a que me expulsaran, ya que entré sin documentación.
Yo habría podido aceptar la educación que me facilitaban y entrar fácilmente en sus filas. Pero para mí era imposible olvidar que al terminar la Guerra Civil, llegaran a nuestra casa buscando a nuestro padre, destrozando los colchones con navajas y quitándonos todo lo que teníamos de valor para rehacer el tesoro de España, que decían que se habían llevado los republicanos. Le dieron a nuestra madre solamente unos días para desalojar nuestro hogar para dárselo a un mutilado de guerra (un teniente de Franco). Pocos días después, como no teníamos a dónde ir, nos llevaron a comisaría y nos echaron de Barcelona. ¿Cómo podía olvidar éso a pesar de mis cuatro años de edad?

Lo más seguro es que cuando nos veían desfilar por las calles vestidos de falangistas y cantando canciones fascistas, todos debían de creer que éramos fascistas de corazón. ¡Y eso no es cierto! Pero lo que más me duele es que es aún en la actualidad algunos de izquierdas creen que lo éramos y nos culpan de fascistas. No somos nada más que unos huérfanos de nadie, porque nadie se acuerda de nosotros.

Yo he pedido a todos los medios de comunicación que me permitan declarar públicamente lo ocurrido, pero nadie me da la oportunidad. Posiblemente, a pesar de decir que ahora hay democracia, aún no exista la libertad de la información. Y hasta me pregunto si la izquierda española no se ha contaminado del mismo virus que la extrema derecha (quizás sea una enfermedad contagiosa).

He estado sin noticias de mi padre durante más de sesenta y seis años. Ha sido durante el año pasado 2005 cuando he encontrado yo solo dónde está enterrado (murió fuera de España y en la zona de ocupación nazi). Pero nadie quiere decirme cuál fue la causa de su muerte y por qué en ese sitio. ¿Qué misterio quieren ocultarme? ¿Por qué nuestro Gobierno o el partido político de mi padre no me dice qué fue lo que ocurrió?

Haría falta que alguien se acordara alguna vez de los NIÑOS DE NADIE ya que no hemos cometido ningún delito.

También me puse en contacto con un juez de paz de España, de quien pensé que se ocuparía de las víctimas como habíamos sido nosotros y me prometió que vendría a entrevistarme, pero todo quedó en palabras, aunque no fueron vanas porque me aconsejó a un abogado español y esta persona me indicó el camino para llegar hasta el Consejo Europeo y es el que en estos momentos he tomado y camino hasta llegar al Consejo Europeo de Justicia, si es que me dejan.

Por mediación de mi profesora catalana, llegué a enterarme que no fue la Generalitat de Cataluña quien nos expulsó de nuestro domicilio, ya que ésta se refugió en Francia al terminar la guerra. Yo, personalmente, la había tenido siempre como responsable de nuestro exilio a la Generalitat de Cataluña, ya que hasta el año 2006 estaba persuadido que Generalitat quería decir Ayuntamiento en catalán, y que sería muy probable que fuera en esos momentos el Ayuntamiento de Barcelona quien nos expulsara, cumpliendo las leyes que dictó Franco (cosa que quisiera saber). Por eso pido PERDÓN A LA GENERALITAT DE CATALUNYA públicamente y con todas mis fuerzas, ya que siempre la he tenido como responsable por culpa de mi ignorancia.

Otra cosa que he descubierto, gracias a esta misma persona, es el motivo por el que pusieron un sello en mi partida de nacimiento, por el que se me anulaba todo derecho como español. Siempre creí que el motivo había sido porque yo era hijo de un republicano de los más buscados por Franco. Y no fue esa la causa. Todo vino por una ley que dictó Franco en el Boletín Oficial del Estado, el 17 de agosto del 1938. Todos lo podéis leer por la copia que publico.

He podido encontrar en las bases de datos del BOE (Boletín Oficial del Estado), publicado en fecha 17 de agosto de 1938 en zona nacional o, mejor dicho, fascista, una Orden por la que se establecía que cualquier inscripción llevada a cabo en un Registro civil de zona roja, con posterioridad al 18 de julio de 1936 sería anulada y más si dicha inscripción se había hecho en un idioma o dialecto diferente al idioma castellano, que era el oficial. Como en mi caso se daban las dos circunstancias, por dicho motivo me pusieron dicha anotación en el margen izquierdo de mi acta original de nacimiento.

He buscado en Internet, en la página del BOE, la Orden de 12 de Agosto de 1938, referente a los Registros civiles y que concretamente me afectó a mí. He podido encontrar una copia de la página donde se publica dicha Orden. Es la siguiente:

http://www.boe.es/datos/imagenes/BOE/1938/048/A00758.tif


Si los motivos fueron que yo nací en zona “roja” y no escribieron mi partida en castellano ¿Por qué razón no me puso el Gobierno mi partida en regla más tarde, si yo no tuve ninguna culpa? Para el régimen de Franco yo no era español ¿Cuál era mi nacionalidad? Si no reconocían a Cataluña como nación. ¡Ni yo siquiera lo sé! Pero sí que estoy seguro de que yo no nací en el ESPACIO. Yo, evidentemente, nací en Barcelona y, como tal, tenía derecho a ser CATALÁN y español ¿Qué razón hubo para que me amargaran mi existencia en España de esa manera? ¡Yo no soy culpable de nada!

Cuando termine mis investigaciones tengo que poner al corriente de todo a la Generalitat de Catalunya ya que es el único Gobierno que me ayuda a saber la verdad, a pesar de que yo le tenía por responsable. Hoy en día me siento más CATALÁN que español.

lunes, 10 de septiembre de 2007

“Buscando ayuda”


Capítulo nº 10 “Buscando ayuda”

Como comprenderéis, si habéis leído mi última declaración, os daréis cuenta de que no tenía ninguna esperanza de recibir una simple ayuda por parte del Gobierno español y seguí buscando por medio de foros y asociaciones para la recuperación de la memoria y compañía.

De todas, sólo he recibido algunos consejos que en general me enviaban las mismas víctimas que buscaban lo mismo que yo. Estas asociaciones, como están formadas por personas benévolas, no tienen ningún poder y, en general, muchas lo hacen solamente a fin de hacer avanzar sus ideales políticos, cosa muy normal y legal. Pero algunas veces nos cruzamos con personas que son víctimas o que buscan a sus familiares y entre nosotros mismos nos ayudamos. He tenido la suerte de encontrar a algunas y, entre ellas, a una que es la que más me ayuda y que por suerte es de Cataluña, de la que me siento muy orgulloso de haber conocido (una de las pocas que existen en España). Es la persona que me corrige las faltas de ortografía, ya que como sabéis no estoy muy fuerte en esta materia. Es desinteresada, justa, comprensible, amable y muy inteligente y estoy seguro que nada más por esos motivos no ocupa un puesto más alto, porque en España sólo pueden llegar a las alturas los que tengan una buena recomendación. Por eso fue España lo que fue: la última de Europa.

En uno de los foros, me crucé con una señora que buscaba a su familia y yo le dije que para tener mejor resultado sería conveniente que se comunicara con las mismas víctimas, ya que, en general, las asociaciones benévolas, su principal objetivo es vender libros y hacer propaganda política. Esto que yo dije no le gustó al moderador, quien me suspendió algunos comentarios y me dijo que yo me aprovechaba de un foro de izquierdas “gratuito” para hacer propaganda contra ellos, acusándome de fascista, que es la peor ofensa que pueden hacerme. Yo le respondí con un comentario al que puse por título “LOS NIÑOS DE NADIE”, y fue en ese momento cuando se me ocurrió la idea de poner ese nombre. Lo podéis ver en la copia del mensaje que le mandé al moderador. No digo su nombre por motivos que ese foro me dio buenos consejos y al que estoy agradecido. Lo que pasó fue que no llegaron a comprender la intención con la que yo dije las cosas porque apenas sé expresarme por escrito.

También me crucé con una persona muy conocida en España que escribe libros y que da conferencias en las escuelas. Esta persona escuchó mis comentarios hasta el final y al término de éste me dijo que existían cosas oscuras en mis comentarios que eran claras en la realidad. Le pregunté varias veces que me las especificara y que yo se las aclararía, pero nunca me las mandó. Quizás no le convenía saber la verdad. Es muy probable que esta persona esté leyendo lo que en estos momentos estoy escribiendo y al mismo tiempo es también posible que lo que era claro y que él veía oscuro, lo vea ahora más claro. Pero a pesar de este inconveniente te estoy muy agradecido porque me diste un buen consejo: “…empieza a buscar desde la partida de nacimiento de tu padre y desde la de defunción”. Y así lo estoy haciendo, como tú me aconsejaste Gracias.

También me puse en contacto con un periodista de televisión muy conocido en Cataluña. Este gran señor me dijo que mi caso era corriente y que, si yo quería, podía mandarme un libro en el que constaban muchos casos como el mío. ¿Veis como lo que digo es verdad? Lo principal es vender para aumentar los beneficios. Los medios de información le dan más importancia al beneficio que a la información. Podéis ver mi carta de respuesta a ese periodista. Tanto unos como otros, cuando hacen un debate siempre presentan a uno de izquierdas y otro de derechas para que discutan delante del público y, de esa manera, la televisión o la radio se presentan como parciales, y eso es falso. Para ser parcial y neutro tiene que estar también presente una persona que no defienda ni al uno ni al otro. Y que no tenga vergüenza de decirle tanto a uno como al otro las verdades. Pero eso a los informadores no les interesa, como tampoco al Gobierno. La verdad para ellos, no se le puede decir al pueblo, pero yo la digo.

No sólo he buscado y busco en España, también lo he hecho y hago en Francia. En este país he escrito a todos los campos de concentración y a casi todas las prefecturas del país. Todas me han respondido que no encuentran nada sobre mi padre y donde probablemente haya algo sobre él no me contestan o me dicen que vaya en persona y que lo busque yo porque no tienen personal suficiente para ello. Lo más seguro es que pase como en España, donde a los funcionarios le gusta más el trabajo que está hecho que el que queda por hacer.

En mi próximo comentario diré las cosas más importantes ocurridas en Francia como he contado las ocurridas en España. Pues tanto en un país como en el otro me está pareciendo que son iguales. No sé qué sentido tiene en verdad las palabras JUSTICIA, LIBERTAD, FRATERNIDAD, IGUALDAD.

lunes, 3 de septiembre de 2007



Capítulo nº 9 “Empiezas de mis investigaciones” (Francia año 2000)
En el año 2000, una de mis hijas me regaló este viejo ordenador del que yo no me sentía capaz de manejar por mi escasa cultura y mis años, solo lo serví al principio para hablar con mi familia y leer los periódicos españoles y franceses. El periódico que más leía era “el mundo” creyendo en mi ignorancia sería el más neutral y buscando por Internet tropecé con algunos foros donde vi que muchos buscaban aún sus familiares a pesar de los años transcurrido y me vino a la idea de entrar en el foro del periódico “el mundo” que se llamaba “foro libre” con el nombre de (EMIGRANTE españ) Esto lo hice el 17/07/2005. Encontré algunas personas con sentimientos humanos que no pronuncio sus nombres por respeto a las personas, pero se pueden ver quienes me creyeron y quienes no me creyeron. Con un poco de entusiasmo le escribir al director de ese periódico pidiéndole algunos consejos y naturalmente ni siquiera me respondió. Luego continué con el periódico el país el 23/07/2005 con el nombre de “EMIGRANTE esp” y me dio el mismo resultado. Pasé por muchos más que no tienen importancia y que los resultado eran semejantes y no vale la pena ni de nombrarlos. Solo nombraré al final los que de verdad me han ayudado.
Hablado y buscando mi padre por Internet, una persona me aconsejó escribiera al consulado de España en Paris (Sección refugiados) ¡El resultado fue desastroso! Ahí tenéis la copia del comentario que escribí y que mandé una copia a la Excelentísima Señora Doña Teresa Fernández de la Vega; La que me respondió con muchísima educación, pero con ninguna frase positiva. Es muy seguro que esa excelentísima señora ni si quiera vió mi carta que iba certificada. Ahí tenéis la copia de los recibos de correos para el consulado y la ministra. No copio la carta que me respondieron en nombre de la ministra doña Teresa de la Vega por respeto a ella y por motivo que es la que más justa según oigo por boca de los españoles.

ESTE FUÉ MI COMENTARIO

2006 El año sin memoria y sin vergüenza.
Con mucha dificultad por mi poca cultura y con mis 70 años cumplidos. Buscaba por Internet para ver si tenía suerte y encontraba algunas noticias sobre mi padre que se refugió o se exilió en Francia al término de la guerra civil y no tenia noticias de él desde el 1939. Una persona amable me aconsejó de escribir una carta al consulado español en Paris (Sección refugiados) Carta que envié a dicho consulado el 10/11/2005. Cuatro días más tarde recibo una carta de dicho consulado diciendo: diríjase usted al consulado de España en Strasbourg (Correcto) Cosa que hice el 19/11/2005, y la respuesta de este otro consulado llegó 23/11/2005. “lamentamos no tener ningún registro a nombre de vuestro padre (Correcto) Durante ese termino de tiempo consigo por medios franceses un certificado de defunción de mi padre; donde está escrito que murió en 1942 en zona ocupada por los alemanes. Rápidamente envié fotocopia de dicho documento y una carta pidiendo al consulado de España en Strasbourg; si podían decirme la causa de la muerte de mi padre y las informaciones sobra él. Esta carta salió por correo el 09/12/2005. Como tardaba la respuesta escribí otra el 27/12/2005 con todos los documentos al mismo consulado. Sin tener contestación, llamé por teléfono el 17/02/2006 al consulado de Strasboug y me dicen que no me han escrito, porque donde está su tumba no corresponde a ese consulado. (No correcto) Les pregunto a que consulado español le corresponde y me contestaron a “Bordeaux” El 20/02/2006 Envié los mismos documento al consulado de España en Bordeaux ¡Sorpresa! Enseguida de recibir mis carta, me llaman por teléfono y diciéndome que donde está mi padre, no le corresponde a ese consulado, que pertenece al consulado de Paris (Muy correcto, a mucha amabilidad. Mis felicitaciones al personal de ese consulado) Escribo una segunda carta al consulado de Paris con la misma historia. Pero esta vez, por carta certificada que salió el 07/03/2006. Esperé hasta el mes de junio y no teniendo respuesta llamé el 04/06/2006. Y contestan. “No hemos recibido ninguna carta de usted” ¡Que raro salió certificada! Le digo lo que yo quería saber y me contestaron no muy amable: Que no podían hacer nada por mí (MUY POCO CORRECTO) Yo; algo contrariado pregunto en las oficinas de correos ¿Por qué no llego mi carta? Correo me certificó que la carta llegó bien a destinación. Hice fotocopia del certificado de correos y con todos los documentos y explicando lo que había pasado se lo envié a la Vicepresidenta Exima Sra. Dª María Teresa Fernández de la Vega. Carta que salió certificada el 09/06/2206. Esta Exma Sra. me contestó 04/07/2006 diciéndome que no puede ayudarme, porque no le corresponde a la Vicepresidenta hacer ese tipo de averiguación (Muy correcto y con mucha cortesía y amabilidad) Acepto la respuesta porque viene del gobierno y respeto sus leyes, porque fue elegido legalmente por el pueblo. Pero estoy seguro que esta Exima Sra. ni si quiera vió mi carta. Ahora yo me pregunto ¿Qué quiere decir año de la memoria? ¿A quien le corresponde ayudarme? ¿Por qué dicen para recuperar la memoria? Mi memoria esta en perfecto estado. No puedo olvidar lo que nos hicieron a mí y a mi familia después de terminar la guerra porque mi padre era un rojo…. Si alguien me puede responder, pueden hacerlo. No me importa que sean las personas que me contesten de derecha o de izquierda o del centro. Un saludo para todos.


Aquí tenéis la copia de mi carta enviada a la Sra ministra. (Creo que digo las cosas clara y con pruebas)

lunes, 13 de agosto de 2007













Capítulo nº 8-“Primer intento de investigación” (Francia 1962)




Come veréis por este documento, pidieron antes información sobre mi persona para comprobar si yo era de buena conducta para darme permiso para salir como emigrante ¿Quién la pidió? ¡No lo sé! La sola cosa que sé es que yo estaba bien controlado.
Cuando estuve seguro que por fin no me impedirían mi salida, le pedí a mi madre si conservaba la foto de la tumba de mi padre. Ella me la entregó junta con la declaración de defunción francesa.


Cual fue mi sorpresa cuando vi que el nombre de la esposa de mi padre, no correspondía con el de nuestra madre y le pregunté, mamá tu te llamas Catalina Gracia Gutiérrez ¿Por qué está escrito en la defunción ¿esposo de Esperanza Gimenez Marín? Ella me respondió que posiblemente nuestro padre se casara en Francia con testigos falsos.
Sin desearlo dudé en esos momentos de mi madre y luego me arrepentí. Pensé que posiblemente nuestros padres no estuviesen casados legalmente y como precisamente me dijo que se casaron en Cádiz, no me fue difícil de pedir una declaración de casamiento. Nuestra madre estaba casada legalmente por la iglesia y por el juzgado como lo podéis ver con vuestros propios ojos.


Crucé la frontera el 04/10/1962 y no tuve la suerte de pasar ni por Cataluña, la crucé por Irun.
Yo que salí con odio hacia España y Cataluña al cruzar la frontera no digo lo que sentí porque solamente un emigrante puede comprenderlo. Muchos volvieron la cara llorando como decía la canción de Juanito Valderrama “El emigrante” Yo no la volví para no llorar.
Naturalmente llegué con la sola idea de nunca regresar al país que me vio nacer. Pero yo no abandoné a España ni a Cataluña. Fueron ellas la que me abandonaron.
No me ocupé de la tumba de mi padre, ni cuento como ocurrieron mis primeros meses en estas tierras ya que mi primera preocupación era poderme traer mi esposa y mis dos hijas lo antes posible, cosa que pude realizar en el mes de octubre del 1963. Empezamos ha vivir como en la gloria y como personas humanas. Pero esa alegría duró muy poco tiempo. La enfermedad de mi esposa estaba muy avanzada y murió en el hospital de Strasbourg el 15/03/1964 a los 26 años de edad y solamente pudimos estar juntos un poco más de un mes después de su llegada. Se llevó tres meses en el hospital.
No es necesario contar mi tristeza, solo digo que en esos momentos me encontraba en un país extranjero que no conocía su idioma, sin familia, con dos hijas pequeñas y sin saber que hacer con su cuerpo, pues con los gastos que tuve no tenía ni para comer. Tuve que acudir al consulado de España que este se ocupó de todo. Por fin España hizo algo por mí o posiblemente lo hiciera por ella o solo por la reputación de España. Por que si no lo hubiera hecho el consulado español, lo hubiese hecho la Francia o la cruz roja, porque yo no podía.
Una vez pasados estos momentos tan terrible, mandé a mis hijas para España y empecé ha interesarme por la suerte que corrió mi padre. Cuando mi madre me entregó su defunción al mismo tiempo me dio la dirección de nuestro tío Jesús Guardia Faro un hermano de mi padre que también se refugió en Francia como republicano en 1939 desde Barcelona. Me puse en contacto con él y me pidió me fuera a su taller para trabajar con él. Ahí podéis ver un certificado de trabajo que justifica el día de entrada y de salida como las condiciones.
Mi intención era preguntarle por mi padre y lo hice en la primera ocasión. Él me respondió que no quería hablarme de esos tiempos tan terribles para ellos y me dijo que encontró a mi padre, por medio de un periódico francés que ponía (la familia guardia busca su familia) y me dijo que su hermano moriría en el norte de Francia. Es en ese momento le dije que yo poseía un certificado de defunción de mi padre, y me lo pidió. Como mi madre me advirtió que ese tío nuestro era muy embustero, cuando fui por ese documento para entregárselo, copie como pude lo que estaba escrito en un papelito que me pude conseguir que aún lo conservo (ahí tenéis la foto)


Cuando se lo entregué me prometió me llevaría delante de su tumba. Promesa que no cumplió y eso que me paseó por toda la Francia durante nueve meses. Como yo tenía dos hijas que mantener más mi madre tuve que regresar a la fábrica donde estuve al principio que me recibió como de costumbre con los brazos abiertos y con dignidad.
Me di cuenta que yo no podía hacer ninguna clase de investigaciones por falta de medios y de ayuda. Pasaron los años y solo me ocupé de vivir como un francés y decidir casarme nuevamente cosa que hice el 25/07/1969 con una francesa que actualmente seguimos en armonía.
¡Pero no me fue fácil! En Francia se negaban casarme porque la fecha de nacimiento de mi querida partida no correspondía con el resto de mis documentos. Tuve que ir nuevamente al consulado español de Strasbourg exponiéndole el problema. Este me dio una autorización provisional mientras me ponía mi partida en regla. ¡POR FIN! Mi partida hoy en día la tengo en regla (pero ya para nada me servirá) Desde mi nacimiento el 01/09/1935 hasta septiembre del 1969 esa dichosa partida “herencia de mi padre y de su política de mierda” me amargó la existencia.
Capítulo nº 9 “Empiezo de mis investigaciones” (Francia año 2000)






















Los motivos de mi exilio

Capítulo Nº - 7 “Los motivos de mi exilio”. Años 1960 -1962


En esa factoría “MODELO” ingresé el 19/08/1952 y tomé la baja el 29/03/1962, pero el objeto de este Blogger no es el de contar cómo funcionaba esa “MIERDA” de factoría, ya que no puedo decir nada de bueno de ella. Sólo me limito, por el momento, a contar el motivo de mi exilio.

Mi esposa, que en paz descanse, padecía de una enfermedad muy grave y el médico del Seguro de Enfermedad me anunció que había salido un nuevo medicamento en Alemania que posiblemente le hiciera prolongar la vida. Pero había el inconveniente de que el Seguro de Enfermedad no asumía el coste de esas pastillas y que un tubo para un sólo mes ya costaba casi mi paga mensual. Me dijo que sería conveniente que mi esposa tomara esas pastillas, por lo menos, durante seis meses.

A mí nadie me daba un préstamo y le pedí al señor director de Construcciones Aeronáuticas S.A., Don Julio Aguyó, si me podían avanzar ese dinero e ir pagándolo durante todos los meses, poco a poco. Su contundente respuesta fue ésta: “NO ESTÁ ESCRITO EN EL REGLAMENTO”. Bajé la cabeza y me fui. El doctor me regaló un tarro de esos de propaganda y otro doctor que conocíamos me regaló otro igual.

Dos semanas más tarde vinieron a mi puesto de trabajo para proponerme si quería comprar todas las entradas para los partidos de fútbol del trofeo “Ramón de Carranza” y pagarlas durante todo el año. No hace falta que continúe contando más para que comprendáis mi reacción. Desde ese momento aborrecí el fútbol que siempre había sido mi deporte favorito. Comprendí que se aprovechaban de esa afición para que no pensáramos en las injusticias que nos hacían. Para ellos era más importante que fuera a los partidos de fútbol que la vida de mi esposa. ¡Pero para mí NO!

Eso ocurrió entre el 1960 y el 1961, que era cuando tantos españoles emigraban hacia Alemania. Yo y dos compañeros míos, Juan López Piñero y Manuel Baldomero Selvático, que trabajábamos juntos en esa asquerosa empresa, decidimos apuntarnos para emigrar hacia Alemania. Nos llamaron y los alemanes no aceptaron a Baldomero porque le faltaba un dedo de la mano. Cuando supe que a mí sí que me habían aceptado, pedí seis meses de permiso sin sueldo, diciendo que era para comprarle esas pastillas a mi señora (ME LO NEGARON) y yo tenía todo el derecho como civil. Pedí la baja y me dijeron que tenía que cumplir los cinco años por el compromiso del Servicio Militar, aunque yo ya tenía en mi poder la Cartilla Militar. Mientras tanto, el Instituto de Emigración me entregó el pasaporte con el contrato de trabajo y el billete del tren. El día de mi salida no me presenté a la fábrica a las ocho de la mañana y a las nueve llegó a mi casa, en nombre de la fábrica, uno que trabajaba en la Inspección del Estado, un tal llamado PAMPARÄ, anunciando a mi señora que no me fuera porque tenía a la policía detrás mío, en alerta hasta Sevilla. No hice caso y me fui hacia la estación de ferrocarril, que es la primera salida de los trenes. Era un tren expreso que salía a eso de las once del día, pero no pude cogerlo y a mi regreso a casa, que estaba muy cerca de la segunda aguada, una pequeña estación de segunda de RENFE, como un apeadero, donde nunca paran los trenes expresos, los vecinos me dijeron que se habían asustado porque ese día el tren sí que había parado. Esto no quiere decir que fuera por mí, debía de ser sólo una coincidencia. Mi cólera fue tal que no me presenté en la fábrica hasta el cuarto día, con la idea de que me expulsaran, ya que faltando tres días sin justificar era una falta grave con derecho a expulsión. Pero no me echaron ni me multaron y eso que por faltar sólo medio día sin justificación, te pagaban una hora menos de las trabajadas (empresa “MODELO”). Me acuerdo muy bien que los compañeros de trabajo decían que yo me había ido y otros no. Eran los tiempos en que, a un barco portugués, lo cogió como rehén uno que se llamaba “GALVAO”. Y me llamaron Galvao.

El mismo día en que me presenté pedí un juicio por lo militar, puesto que me decían que yo era militar y que había cometido una falta muy grave. El director, don Julio Aguyó (no sé si es correcta la ortografía de su apellido), me dijo que para ello tenía que presentarme personalmente en Madrid y que él me llevaría en su coche en su próximo viaje. Pasaron los días y nunca me llevó, pero enseguida que cumplió el plazo de los cinco años, me apunté otra vez para emigrar a Alemania. Esa vez me dijeron que los oficiales ya no podían salir de España. Dos semanas más tarde fui otra vez y me apunté como peón. Cuando me llamaron los alemanes me conoció el señor del Instituto de Emigración y él me prometió que me mandaría a Francia con mi oficio, porque sabía muy bien la injusticia que había cometido conmigo esa fábrica “MODELO DE CASA” (este señor era uno de los pocos españoles de corazón que quedaban aún en España) y en menos de un mes, cumplió lo que me había prometido. Esta vez pedí directamente mi baja en esa fábrica asquerosa, pero tampoco quisieron dármela y me permitieron únicamente seis meses de permiso sin sueldo (lo suficiente para llegar a la frontera).

Estos son los motivos por los que me encuentro en este país donde, por primera vez en mi vida, apreciaron mi calidad de trabajo y me pagaron mi justo valor sin presentar una tarjeta de recomendación de ningún eclesiástico ni político, sólo por el trabajo de mis manos.

Próximo capítulo “En Francia, 1962”

sábado, 11 de agosto de 2007

A PUNTO DEL SUICIDIO

Nº 6 Título – "A PUNTO DEL SUICIDIO" (Cádiz 1952-1957)


Podéis haceros una idea del sentido de liberación que sentí cuando por fin me lancé a la vida casi con un oficio aprendido y con mis manos para poder defenderme de una forma más adecuada con un empleo. No puedo representar con letras lo que sentí en esos momentos. Creo que debí sentir lo mismo que siente un prisionero al salir de la cárcel.

Nos presentamos los cuatro alumnos en las oficinas de Construcciones Aeronáuticas S.A. de Cádiz al mismo tiempo, según ordenes de la escuela. Mis compañeros eran: Pedro Bacho Ramírez, Juan Ortega Sánchez, José Menacho Pérez y yo, Antonio Guardia.

Como ya me temía, me pidieron la “sagrada partida de nacimiento”. Yo, creyendo que podría justificar el error del certificado de nacimiento con el de mi partida de bautizo, procuré por todos los medios convencerlos de que mi verdadera identidad era la de la partida de bautismo, (puesto que no hubieran podido bautizarme tres años antes de venir al mundo). Pero no pude convencerles y me dijeron que no tenía derecho a trabajar por el sello que tenía por detrás de mi partida.

Os daréis cuenta de la reacción que esas palabras hicieron en mí. Eso es fácil de comprobar, ya que esa factoría existe en la actualidad igual que los archivos. Se puede ver que mis tres compañeros entraron días antes que yo.

En vista de tal desesperación, yo que me sentía ya un hombre, lloré como si fuera un niño. El mundo se derrumbó a mis pies y enterró todas mis ilusiones. Maldecía ser español y haber nacido en Cataluña, como al mismo Dios por castigarme de esa manera sin que yo hubiera cometido ningún delito.

Salí de esa maldita fábrica llorando, sin ni siquiera darme ni vergüenza de hacerlo en medio de la calle. No supe nunca si alguien se fijó en mí porque yo no veía a nadie. Creo que si hubiese tenido en esos momentos una navaja o un cuchillo, hubiese hecho lo mismo que mi madre hizo con Esperanza, en Barcelona.

La dirección que tomé al salir de esa asquerosa factoría fue hacia las murallas de Cádiz con la intención de suicidarme. Esas murallas se encuentran a unos cinco o seis kilómetros de Construcciones Aeronáuticas y hay que cruzar la Avenida de Canaleja, delante del muelle, que es donde estaba la Casa Sindical. Al verla, me vino a la cabeza la idea de hacer mi último esfuerzo.

Como yo la conocía un poco, porque había ido algunas veces con la señorita Natalia del Hogar, me fui sin pedir permiso directo al que yo pensaba que era el delegado y entré en su oficina. Se me quedó mirando asombrado, no sé si sería por la cara que yo tenía o porque entré sin permiso.

No le dejé hablar y cuando terminé me pidió los papeles y salió del despacho. Tardó un buen rato y tuve miedo creyendo que habría ido a por la policía. Me dieron ganas de salir corriendo, pero pensé que ya de nada me serviría. Cuando regresó me entregó mis papeles y me dijo que me podía presentar en la fábrica porque me admitirían.

Una vez más me envenenó esa dichosa partida, obra de mi queridísimo papá y de las consecuencias de una guerra que yo no hice, pero que me perseguía por todas partes. Mi sólo delito fue el de ser hijo de un hombre que defendió la legitimidad de la Republica Española y que por ella lo perdimos todo. Y, actualmente, ni siquiera quieren decirme cuál fue la causa de la muerte de nuestro padre. ¿Lo mataron los alemanes? O, ¿quién lo mató? ¿Quién le puso esa cruz tan enorme con esa corona de laurel? si ellos, como decían los otros, quemaban las iglesias y mataban a los curas. O es todo mentira y es sólo propaganda política.

Las autoridades españolas actuales me dicen que no pueden hacer nada porque el Parlamento aún no ha aprobado la Ley de la Memoria Histórica. ¿A qué están esperando? ¿A que se mueran los viejos como yo para ponernos una placa en la lápida como recuerdo, para que sólo sirva como propaganda?

Y las autoridades más altas, ni siquiera tienen tiempo de leer mis cartas porque dicen tener mucho trabajo ¿Por qué razón los casos como el nuestro no entran en sus cuadernos de apuntes de trabajo? ¿No somos españoles como los demás? ¿Es más importante preocuparse de Pinochet y compañía antes que de los “NIÑOS DE NADIE”?

Por fin pude entrar en esa asquerosa empresa que estaba considerada por Franco como “empresa modelo” y al mismo tiempo recuperé nuevamente las esperanza de poder vivir como una persona normal (pero me equivoqué nuevamente).

Al ingresar en ese MODELO de factoría, lo primero que solicité fue un piso (trabajé diez años en ella y nunca me lo dieron) y eso que muy posiblemente fui el oficial de primera más joven que hasta entonces habían nombrado, sólo por mi calidad de trabajo.

En 1959 me hice el D.N.I. y, como es natural tuve que entregar la dichosa partida de nacimiento. La policía quería que yo pusiera la fecha de mi nacimiento según el certificado de nacimiento. Yo, que ya era un hombre, me negué diciendo que si yo hacía eso “mentía” y que si no querían hacérmelo que no me lo hicieran. Tardaron un poco de tiempo, pero me pusieron mi fecha legal. ¡Menos mal!

Llegó la hora del servicio militar y no me llamaron. Me presenté yo por mi cuenta y expliqué el caso (para eso no tuve el mínimo problema). Me llamaron por mi quinta.

Como no podía abandonar a mi madre durante 18 meses porque la tenía a mi cargo, aproveché la ventaja de poder hacer el servicio militar en la fábrica, ya que esta era “militarizada” con la condición de que no podía pedir la baja antes de cinco años “PERO CON LOS MISMOS DERECHOS QUE UN CIVIL”.

Durante ese tiempo, quise casarme, como cosa natural. Me negaban casarme por culpa de ese papelito. Tuve que ir a hablar en persona con el Obispo de Cádiz y éste dio su autorización (la Iglesia me salvó).

El régimen de Franco daba tres mil pesetas a los jóvenes que se casaban. Las solicité y me las negaron por ese dichoso sello que tenía mi partida de nacimiento por detrás. Pregunté qué podía hacer y me dijeron que fuera a un abogado y entablar un juicio. ¿Cómo iba yo a pagar ese dinero únicamente para que me dieran tres mil pesetas, si ni siquiera estaba seguro de que me las pagaran? ¡Me quedé sin ellas! Esto ocurrió en el edificio del Fénix situado en la Avenida de Canaleja, delante del muelle de Cádiz, que es donde me mandó el Ayuntamiento en el año 1957.

Próximo capítulo Nº - 7 “Los motivos de mi exilio. Año 1962”

sábado, 4 de agosto de 2007

Lo que me salvó (Puerto Real 1949-1952)




Nº 5 Lo que me salvó (Puerto Real 1949-1952)
En el año 1949 se inauguró una escuela a la que llamaron
OBRA SINDICAL – ESCÚELA DE FORMACIÓN PROFESIONAL- “Fermín Sanz Orrio”
Era gemela a la ESCÜELA DE LA PALOMA DE MADRID. Hoy en día es “Instituto de enseñanza secundaria “Virgen del Carmen” (Puerto Real – Cádiz)
Se construyó con los fondos de las grandes empresas de la región de Cádiz y con el objetivo de formar a los hijos de su personal. Pero se conoce que los obreros no tendrían mucha confianza en el régimen que a su inauguración había muy pocos candidatos como internos.
Ese sería el motivo por lo que el sindicato cedió trece plazas a los niños del Hogar José Antonio de Cádiz. (LOS NIÑOS DE NADIE)
Por eso digo que esa escuela no fue construida para “LOS NIÑOS DE NADIE” como yo. No teníamos a nadie de la familia trabajando en esas empresas (sólo fue una suerte que tuve)
Cuando me anunciaron que me mandarían a esa escuela, yo no salte de alegría creyéndome que serian todas iguales que el Hogar. Pero no tuve más remedio que aceptar, con un poco de optimismo esperando fuera diferente a él.
Recuerdo temblar como una hoja en el examen de ingreso, pero no por miedo a él a pesar de mi retrazo escolar, era más bien porque sería muy fácil me pidieran mi partida de nacimiento. La suerte me acompañó una vez más y como fue un traspaso de un centro al otro, no me la pidieron. En este documento podéis ver que me faltaba la partida de nacimiento y que yo era becario del Hogar José Antonio ¡esos Hogares existieron aún que actualmente han desaparecido sus archivos! ¿Por qué razón? Si decían que había humanidad por “LOS NIÑOS DE NADIE” ¿Qué quieren ocultar al mundo? ¿Le dan vergüenza? ¡Pero si nunca la tuvieron!
Por temor a una expulsión y en cumplimiento de la consigna que me dio mi madre, guardé siempre para mí el decir que yo era hijo de un rojo y siempre con miedo supieran que mi partida de nacimiento no tenía ningún valor.
Guardar un secreto de esa manera no es fácil, y yo nunca tenía visitas para hablar de esas cosas con la familia y me confié a Don Clemente (mi confesor) Le dije quien era yo y le conté el problema. Este sacerdote que era el mejor de todos me aconsejaba que guardara el secreto para mí sólo.
Como ya no tenía ninguna esperanza que mi padre viniera por mí, me dediqué sólo a mis estudios y yo que tenia tantísimo retrazo, mis notas fueron creciendo hasta tal punto que el cuarto año lo hice en Construcciones Aeronáutica S.A (CASA) y no en la escuela.
Fuimos sólo cuatro niños (Los primeros que salimos de esa escuela por orden de Franco) ¡PERO SEGURO QUE NO FUE FRANCO QUIEN ME ESCOGIÓ A MÍ!
No puedo decir que me dieron más privilegios que a mis compañeros. Pero fui tratado por primera vez en mi vida como un niño más. Puedo decir que en esa escuela comí por vez primera como se dice a mi apetito, ya no tenía que andar a paso marcial ni cantar canciones fascistas. Solamente por las mañanas teníamos que asistir a izar bandera (acto obligatorio en esos tiempos) y todo Los días asistir a misa y los domingo y festivos “dos misas” (He oído misa para todo el tiempo que me queda de vida) En esta foto estoy yo (Una mañana corriente antes de empezar la jornada en la escuela de Puerto Real entre los años 1949 y1950)
Para mi eso ya no tenia importancia en comparación al Hogar.
Me encontraba como en un hotel de cuatros estrellas. En las dos vacaciones de verano que pasé en ella, no salí nunca porque no tenia donde ir ni donde comer. Desaparecieron mis vértigos y todo vino normal gracia a ella.
Nos quedábamos muy pocos niños en vacaciones y nos mandaban a los campamentos del Frente de juventudes. Pero eso ya no era nada (sólo era por unos veinte días) y no era lo mismo que en el hogar. No nos pegaban y comíamos bien.

Cuando salí colocado de la escuela de Puerto Real yo me sentía por primera vez que pronto seria un hombre y podría vivir como todo el mundo. Formar una familia y sobretodo poder librar a mi madre de esa silla a y de ese cuartito. Mi entusiasmo era el más grande que hasta el momento había sentido. Yo me sentía el hombre más feliz del mundo, como si me hubiesen liberado de una cárcel y a pesar de mi edad actual, ese colegio lo llevo dentro de mí ya que gracia a él me pude defender en la vida.
Mi entusiasmo fue enorme y muy lejos de pensar que por las consecuencias de la guerra me esperaba aún otro golpe que me seria terrible y me empujaría al borde del suicidio.
Próximo Nº 6 Título – A PUNTO DEL SUICIDIO. (Cádiz 1952-1957)

sábado, 28 de julio de 2007

Campo de concentración


Nº- 4. Título - En campo de concentración (Cádiz 1947-1949)

No hay duda que cuando la directora de ese Hogar (Maruja Cantos) me anunció que ya podía entrar, mi alegría y esperanza que por fin yo sería un niño como los demás fue enorme. Ese Hogar a primera vista, era una maravilla; Parecía una colonia para pasar las vacaciones (algunos le llamaban colonia). Algunas veces se veía a los niños vestidos con un traje de “Príncipe de Gale” Pero no era otra cosa que una máscara de hipocresía y propaganda política.
Ese Hogar no tenía nada de colegio y menos de hogar. Nos desplazábamos siempre a paso marcial peor que los militares y cantando siempre canciones fascistas. La comida tenía mucho que desear y cuando nos daban un plato de lenteja (uno de los mejores) había tantas lentejas como piedras. Teníamos que sacudir el plato para que las piedras se fueran al fondo y poder comer las lentejas con la cuchara y luego chupar las piedras. Y no hablo del trato que nos daban, ya que por mi discreción yo no fui uno de los que más maltrataron, pero no puedo decir lo mismo por muchos de mis compañeros.
Los dos profesores que había eran los que tenían un poco de humanidad, y la asignatura de más importancia era la de Religión (catecismo) Los peores tratos lo recibíamos por parte de los celadores que eran los que siempre estaban con nosotros. Don Carlo y el otro que se llamaba Tortosa, Se ensañaban con nosotros. Te pegaban cada hostia que si conseguían que cayéramos al suelo por la violencia con la que te la habían dado, se les reflejaba en el rostro la satisfacción que sentían.
Sería muy largo contar detalles ocurridos y no es el objetivo de este Blogger. Sólo diré que en esos célebres HOGARES que todo el mundo inoraba la realidad y otros creían que éramos fascistas por que nos veían desfilar por las calles vestidos de falangistas y cantando cancines fascistas ( la Centuria Ramiro Ledesma Ramos) para mí como para muchos de mis compañeros, no era nada más que un “CAMPO DE CONCENTRACIÓN”. Este hecho lo ignoraba todo el mundo y nunca fueron reconocidos como tales ya que casi ningún niño teníamos familia. Los domingos, que eran los días de visita, no venían más de dos persona a visitar algún compañero.
No hace falta os cuente qué clase de disciplina existía en ellos para que hoy en día se comprenda lo que en realidad eran esos HOGARES. No teníamos más remedio que soportarlo para sobrevivir por lo menos yo. Mi única esperanza era que mi padre volviera y me sacara de esa cárcel.
Como yo estaba muy anémico, muchas veces me daban vértigos y me pusieron como apodo “El fatiguiti” Ya nadie me llamaba “El catalán”
Por suerte la subdirectora (la señorita Natalia) me cogió cariño y me escogía muchas veces para acompañarla cuando iba de compra a la ciudad para llevarle los paquetes. No hace falta contar mi satisfacción al poder ver las personas por las calles. Pero un día en el que salí con ella se me destrozó el alma por completo.
Mi madre estuvo ingresada durante unos dos años en el hospital y un día en el que salí con la señorita Natalia (debía de ser entre los años 1948 y 1949) ella me llevó a ver a mi madre a escondida. Ese día mi madre me dió la peor noticia que yo hubiera podido recibir. Me enseñó una foto de una tumba y me anunció que nuestro padre había muerto en Francia en 1942. Ésta es la foto que me mostró.



Es fácil comprender que en ese momento desaparecieron mis esperanzas. Me quedó únicamente el pensar que mi padre había muerto como un héroe al ver esa corona de laurel y esa cantidad de flores. Pensé que los republicanos se la habían ofrecido por su heroísmo. Me sentí orgulloso de él y con la pena de no poder decir a cuatro vientos que mi padre había muerto con honor ya que tenía prohibido decir que yo era su hijo, por miedo a mi avenir.
Desde ese día mi única intención era la de escaparme de ese hogar, a pesar que ya me había acostumbrado a esa disciplina y de que obedecía como un animal y que fácilmente hubiese aceptado la política que me ofrecían. Pero nunca pude olvidar lo que nos hicieron en Barcelona y que me expulsaran de ella. Mi decisión era escapar ocurriera lo que ocurriera. Pensé en robar algo en la despensa del Hogar haciendo como un saco con la funda de mi almohada y meter allí lo robado y salir por la noche. Mientras iba desarrollando mi idea y esperando el momento más oportuno, llegó la única cosa positiva de mi vida “la Escuela de Puerto Real”
Próximo capítulo “Lo que me salvó” (Puerto Real 1949)






sábado, 21 de julio de 2007

"Refugiados en Cádiz" (1940-1946)

Nº 3. Título – REFUGIADOS EN CÁDIZ (1940-1946)

No hay dudas de que a un niño de tres o cuatro años, no se le da ninguna clase de explicaciones. Siempre se procura impedir que vea la violencia. Sólo he contado y cuento lo que acuerdo y lo que oía decir a los mayores.

Nos refugiamos en Cádiz en casa de un tío nuestro por parte materna (Blas García Gutiérrez) en la calle Mateo de Alba nº 6y8

Nos dejaron un cuarto de unos siete metros cuadrados como máximo. Ésta es la foto del edificio. La ventana que se ve encima de la casapuerta era donde vivimos los cuatro. La medida de la habitación era equivalente al de la casapuerta tal como se puede ver en la foto hecha en marzo de 2007.


En ese cuarto hicimos nuestra vida. Nuestra madre durmió hasta el año 1959 sentada en una silla, delante de su máquina de coser y con la cabeza apoyada en el poyete de esa ventana. Ella solicitó un piso al Ayuntamiento a nuestra llegada a Cádiz en 1939, pero no se lo dieron hasta 1959, y gracias a que nuestra madre consiguió una recomendación, como siempre se hacen las cosas en España.

Mis hermanas cuando aún no tenían doce años, empezaron a trabajar como criadas únicamente por la comida. María la mayor, desapareció y se buscaba donde poder dormir y comer. Anita la más pequeña hizo lo mismo, pero ella regresaba a casa y siempre me traía un pedazo de pan que me guardaba de su comida.

Yo, como varón, no podía trabajar de sirvienta. Andaba siempre por las calles como un mendigo comiendo muchas veces lo que me encontraba por los suelos cuando los mercados cerraban en la plaza de abasto. Los domingos y días de fiesta, me alimentaba con las cáscaras de frutas que dejaba el público en las playas. La que menos me gustaba era la del plátano porque la encontraba muy áspera.

Al principio de nuestra llegada, teníamos algo de comer ya que Auxilio Social nos daba un cazo de comida por persona. Pero cuando lo quitaron fue peor para nosotros ya que en esos momentos nuestra madre ya estaba casi paralítica.

Nunca tuve un cepillo de dientes y raramente podíamos tener un jabón verde para lavarnos.

Como no podía estar en ese cuarto tan pequeño durante todo el día, salí desde muy corta edad a la calle para distraerme con los “niños de la calle”, tal como nos llamaban. Me acuerdo muy bien de la primera vez en que salí solo y mis amigos me preguntaron cual era mi nombre. Yo se lo dije y, al mismo tiempo, les dije que me llamaran “el catalán” y así me llamaron siempre y me continúan llamando de la misma manera aún en la actualidad todos los que me conocen y mis primos.

Desde muy pequeño siempre me he sentido orgulloso de haber nacido en Barcelona cosa muy natural en todo el mundo. Y conforme mi edad avanzaba, mi curiosidad de saber por qué me habían echado de Barcelona iba en aumento.. Fue mi madre quien me dijo los motivos. No sabíamos dónde se encontraba nuestro padre, pero siempre tenía la esperanza de que nuestro padre volviera para poder regresar a mi Barcelona.

Nuestra madre decía que si no lo habían matado, debía de estar refugiado en Francia. Mi consuelo era cuando oía a los mayores comentar que “Los otros”, como les llamaban, estaban al otro lado de los Pirineos para volver. ¡Pero nunca volvieron!

Se sabe muy bien cómo sufrió toda España durante la posguerra, pero yo me sentía como el último de los españoles. Caí enfermos de tifus, y de tuberculosis y como casi siempre iba descalzo, todos los meses tenia las anginas inflamadas, llegado a tal punto que el médico de la beneficencia dijo que no me recibiría más si no me operaban.

Ya debía de tener unos once años en esos momentos y por recomendación de una amiga de nuestra madre (señorita Pepa Reiné) que vivía en la Plaza de las Flores y que trabajaba en la farmacia del Hospital Mora de Cádiz, pude operarme en ese hospital. Estuve en la sala San José, cama nº 29. Después de la operación las monjas me pasaron a la sala de los niños y me llamaron “el niño mayor” por ser quien tenía más edad. Las monjas me guardaron durante tres meses en ese hospital porque les daba pena de verme como yo estaba de delgado y porque conocían nuestra situación.

Sin embargo fue un sacrificio muy grande para mi madre el hacerme entrar en ese hospital, ya que le dijeron que para poder entrar tenían que cortarme el pelo. Yo siempre llevaba melena por el hecho de que mi madre no tenía dinero para pagarme el peluquero y me lo cortaba con su tijeras. Aquí tenéis mi foto que fue la primera que me hicieron desde mi nacimiento.



En ese hospital tuve la suerte de que me conociera Sor Teresa Taniñez (una monja de la caridad) Ella me enseñó durante mi estancia en el hospital las primeras letras y los números y cuando los médicos me dieron el alta, esa pobre monja puso unas cajitas de cartón en las salas comunes pidiendo limosna para poderme pagar un colegio. Pero sólo pudo hacerlo durante unos pocos meses. Me puso en el colegio de pago San Jerónimo en la calle de Zaragoza donde me llamaban “el niño de las monjas”. Como me anunciaron que en el siguiente curso pasaría al siguiente nivel (por consiguiente más caro) la pobre monjita ya no podía pagar ese precio y me presentó al principal eclesiástico de los jesuitas (padre Muriel) que tenía su sede enfrente de a la Catedral, para que me buscara un internado. Este cura me llevó al Hogar Escolar José Antonio Primo de Rivera, de Auxilio Social, donde ingresé hacia el mes de octubre o de noviembre del 1947 y con la suerte de no tener que entregar mi partida de nacimiento. Mi madre me dió por consigna de no decir nunca quién era mi padre para que no me expulsaran. Yo sólo decía que era huérfano de padre desaparecido. Fui siempre muy discreto en ese sentido y por consiguiente, mi conducta era intachable tal como me decía la directora, Maruja Canto.

Próximo capítulo En campo de concentración (Cádiz 1947-1949)

sábado, 14 de julio de 2007

los recuerdos más terribles

2º Capítulo “Los recuerdos más terribles” (Barcelona 1938-1939)

No cuento los sufrimientos de la población de Barcelona. Existen miles de libros para informarse y, al mismo tiempo, para alimentar el negocio de las editoriales, imprentas, historiadores, libreros, periodistas, y como propaganda política. Sólo escribo lo que me ocurrió a mí, y a mi familia.
No hay dudas de que para nuestra madre, una mujer enferma con tres hijos pequeños, sin paga y en medio de una guerra, las cosas no debían de ser fáciles. Sólo teníamos como ventaja el pequeño piso donde vivíamos gratuitos por ser ella la portera.
No sé si fue porque nuestro padre luchaba por la República, pero teníamos derecho a un racionamiento o economato, que tampoco sé si era la Generalitat de Catalunya quien lo daba o los militares. La cosa es que yo como no constaba en el Registro Civil “No tenía derecho”
Como mi madre sabía que nuestro padre se encontraba en el castillo de Montjuïc, le mandó a decir, por medio de un compañero, que me registrara para por lo menos, tener derecho a leche. Quizás mi padre tuvo un poco de piedad por mí y por fin me registró.
¡Pero, sorpresa! Cuando mi madre recogió mi partida de nacimiento, vio escrita como fecha de nacimiento, el 05/11/1938 cuando en realidad yo había nacido el 01/09/1935 ¿Cómo pudo hacer ésto mi padre? ¡Esa falsificación no la pudo hacer él solo! ¡Alguien le ayudó! ¿Pero quién? Aquí tenéis la prueba.
Para nuestra madre, no era el momento de reclamar justicia. La justicia no existía en esos momentos, como tampoco existe hoy en día. Lo importante era nuestra alimentación.
Esto debía de ocurrir muy posiblemente en octubre o en noviembre del 1938 puesto que mi padre me registró en ese momento (no creo que fuera otra persona quien me registrara por él), lo que quiere decir que en esa fecha se encontraba realmente en Barcelona.
La sorpresa de nuestra madre fue aún más grande cuando un día que fue a recoger ese suministro, le dijeron que la señora Guardia ya lo había retirado.
En ese momento comprendió los rumores que había oído de que nuestro padre tenía una mujer en Montjuïc (creo que era una miliciana). En el año 2005 he conocido su nombre. ESPERANZA GIMÉNEZ MARTÍN nacida el 01/08/1905 en Cáceres –España.
Como es muy natural, pocos días después nuestra madre con un cuchillo de su cocina, fue a por ella y le dio varios cortes bien profundos en el cuello. Según recuerdo, esto ocurrió muy cerca del hospital de San Pablo de Barcelona. Mi madre decía que se salvó por ese motivo.
Nuestra madre no era una criminal. Hizo lo que toda madre hubiera hecho, si alguien le quita la poca comida que tiene para sus hijos. Esperanza sería o no sería miliciana, pero es un crimen intolerable quitarles el pan a unos niños de tres, cinco y doce años.
A consecuencia de este percance, nuestro padre quería venir a casa a matar a sus tres hijos y a su esposa.Estoy seguro que nuestro padre nunca podría poner sus amenazas en practica ya que nadie lo veía capaz de tal acto y la diría solo en un momento de cólera, pero si sembró el pánico en la familia. Fue un tío nuestro, hermano de nuestro padre, José Guardia Faro quien nos avisó de las intenciones de nuestro papá. Él nos llevó a los tres hermanos a su casa, que estaba en calle Roger de Flor (no me acuerdo del número). Nuestro tío tenía un garaje de reparación de automóviles Renault en la calle Industria. Y a nuestra madre la escondieron en el hospital de la Cruz Roja para protegerla. ¿Veis? nuestro padre era de izquierdas y no era bueno. En los dos bandos había personas buenas y malas.
Todo esto debía de ocurrir entre noviembre del 1938 y febrero del 1939 ya que fue en ese mes cuando la población catalana se refugiaba en Francia y si mi madre hubiese apuñalado a Esperanza antes de octubre del 1938, que fue cuando me registró mi padre no lo hubiese hecho puesto que él me quiso matar.
Nosotros no tuvimos la suerte de podernos refugiar en Francia. Una mujer con dificultad para andar y con tres hijos pequeños ¿hasta dónde podría llegar? si nadie se ocupaba de nadie.
No fueron estos detalles nuestros únicos sufrimientos. Los peores llegaron después de terminada la guerra. Los franquistas vinieron varias veces a casa buscando a nuestro padre. Una de las veces destrozaron todo lo que teníamos y se llevaron todo lo de valor que encontraron diciéndole a nuestra madre que era para REHACER el tesoro de España que se habían llevado los republicanos.
Este hecho fue tan cruel, que hasta cortaron los colchones con navajas y le quitaron incluso su alianza de boda, más los pendientes de oro de de mis hermanas. Lo peor de todo fue que se querían llevar la máquina de coser que era con lo que nuestra madre nos podía mantener (era costurera). Pero gracias a uno de los que vinieron a robarnos, al vernos a todos llorando le debimos de dar pena y le dijo al que mandaba que nos dejara la máquina ya que con ella nos podríamos mantener.
A ese hombre, mi madre le reconoció, y nos dijo que lo había visto algunas veces en compañía de nuestro padre. No sé si era un espía de Franco o uno de los que se cambió la camisa. ¡Hubo tantos!
Muy posiblemente fuimos víctimas de la Ley de RESPONSABILIDADES POLÍTICAS que dictó Franco en febrero del 1939. Será difícil encontrar en los archivos lo que nos hicieron ya que éramos pobres y no teníamos riquezas. Nos quitaron sólo lo poco que teníamos, pero para nosotros lo era todo.
La justicia llama ladrón a quien roba un millón de euros. Pero al que roba un euro a un millón de personas, no le llaman ladrón aunque para la persona robada su fortuna fuera solamente un euro (A eso le llaman justicia)
La penúltima vez que vinieron, nos dijeron que teníamos que abandonar el piso para dárselo a un mutilado de guerra por parte franquista.
Como no teníamos a dónde ir, cuando pasó el plazo vinieron a por nosotros y nos llevaron a comisaría. A nuestra madre, como estaba enferma, se la querían llevar a un sanatorio y a nosotros tres a unas guarderías.
Esa expulsión, sí que tiene que estar en los archivos, ya que fue una orden oficial. En el Ayuntamiento de Barcelona y en el de la policía tiene que haber algo escrito. ¿Por qué no me lo dicen? ¿Quién me expulsó de mi tierra? En los archivos de Hacienda, tienen que estar escritos los nombres de todos los inquilinos. Se puede comprobar si no es verdad lo que declaro y se verá que quien nos remplazó, fue un mutilado militar de la parte franquista.
Una vez más fue nuestro tío José quien acudió en nuestro socorro. Nos sacó de comisaría y nos metió en el tren camino del exilio hacia Andalucía. Sólo pudimos recuperar dos baúles con ropa, más la máquina de coser.
Fue un viaje muy largo que no se me olvida con mucha dificultades porque los puentes estaban destruídos y con la pena de tener que dejarlo todo sin saber qué nos esperaba. Esto fue seguro hacia el final de 1939. Nos encontrábamos sin hogar, sin padre, sin dinero, y abandonados por todo el mundo. A nosotros nadie vino a darnos un trozo de pan. ¡Cuanto hubiésemos preferido ver a los gendarmes franceses con la Cruz Roja! pero no tuvimos esa suerte. Éramos huérfanos de padre y exiliado como los que salieron hacia el extranjero, pero nadie nos reconoce como tales, ni siquiera las asociaciones de refugiados y exiliados actualmente me reconocen como tal, ni responden a mis cartas.
No nos merecemos el honor de ser hijos y huérfanos de un republicano quizás porque nuestro padre no sería de los buenos (para muchos), pero ni mi hermana ni yo tenemos la culpa de nada. No digamos que únicamente los de Franco eran malos. Algunos de la parte republicana, también tienen motivos para callar.
El próximo capítulo saldrá el 22/07/2007. Título – REFUGIADOS EN CÁDIZ (1940-1947)